Me tragué una nube
y se me atragantó.
Era de lluvia y lloré.
Abrí el paraguas
y descubrí una gotera.
Agua que se filtra,
se desliza y me humedece.
Lluvia que seco despacio,
entreteniéndome en mis rincones,
los mismos por los que ávido paseaste.
Abrazos valientes.
Caricias de deseo.
Movimiento con color y sabor.
Ritmo oscilante
intentando agotar la ansiedad y
dar la bienvenida a la pretendida calma.
Decidí sólo exponerme a días soleados,
pero tu tormenta se empeña en acompañarme.
En noches insomnes recreo tu tempestad,
tus rayos y truenos a través de mi cuerpo.
Mi mapa del tiempo
es tu chubasco que empapa.
Y me mojo. Me remojo en tu océano
que me salpica por encima de las rodillas.
Avanzo en él
y nado entre la nada.
Ya no diviso tierra.
Hace tiempo que me ahogué
en tu charco espeso.
Ahora amanezco
en un fluido turbio y tibio.
Meie
*Porque finalmente sucumbí a "Rompeolas"
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