Al cambiar de línea, cuando le veía tocar en el pasillo del metro, aquellas notas acallaban siempre su mente, sólo un pensamiento nunca pronunciado se adueñaba del lugar y del tiempo:
"En vez de la Hohner,
mi sexo en tu boca,
en tu boca."
Sino siempre queda ir al bar "El tren de la vida" de Hospitalet y pedir algo caliente.
ResponderEliminarjajajaja, va ser molt bo!
ResponderEliminarCada cop és més complicat aconseguir un cafè
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